C. Presidente de México
CC. Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
C. Procurador General de la República
C. Gobernador del Estado de Jalisco
CC. Legisladores
A todos los mexicanos:
El día martes 24 de este mes y año los mexicanos hemos sido testigos de la falta de respeto a nuestros máximos ordenamiento legales positivos y un total desprecio a los más elementales derecho de todos los seres humanos que Legisladores del Distrito Federal han perpetrado en contra del derecho a la vida de millones de bebés en México.
Los mexicanos hemos conocido el latrocinio legislativo desde el recinto de la Asamblea del Distrito Federal, donde aún reconociendo todos ellos que desde el momento de la concepción el bebé tiene vida y derecho a la misma, deciden contra todo orden y principio de justicia limitar este derecho, declarando que el derecho a la vida no es un bien absoluto, y en conciencia de la existencia de vida han decidido que no es un atentado contra ella la supresión que se haga dentro de las primeras doce semanas de concebido el bebé puesto que en esos momentos siente menos dolor, reconociendo que si hay percepción del mismo, legalizando con ello el aborto en la Capital de México el que se haga dentro de las doce semanas de gestación y permitiendo impunidad con la nefasta técnica jurídica para las que se lo procuren después de este período.
Nuestro Estado de Derecho ha sido alterado con una terrible impunidad y nuestra coherencia como Nación está puesta en duda aún en el concierto internacional; tenemos que ser claros: el derecho a la vida aún antes de nacer, desde la concepción, es un derecho inherente a todo ser humano, radicado en la propia dignidad del hombre y que no sólo se consagra en la Constitución, sino que la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación precisa que es un derecho que el propio Constituyente de 1917 decidió que debe reconocerse y protegerse. Los que asumen ser respetuosos de los Tratados Internacionales saben que el derecho de la vida de esos pequeños está protegida aún desde antes del nacer.
Por lo anterior podemos observar que no es sólo inhumano e ilegal el reconocimiento a la validez del aborto, sino que también es violatorio a toda norma internacionalmente reconocida, no sólo por la moral y la recta conciencia, sino por el derecho obligatorio para los Legisladores Capitalinos que perjuros han violado.
Sin bien es cierto que cuando la Civitas es reemplazada por el apego a la incongruencia que llega hasta el desprecio de lo más justo, no nos asuste que debamos tolerar la cautividad y esperar mejores tiempos para la verdadera libertad.
Así las cosas, desde esta palestra llamamos y exigimos pues al Jefe de Gobierno del Distrito Federal que por el sólo apego y respeto a la Constitución enmiende su error de publicar la señalada reforma y presente acciones legales tendientes a la restauración del derecho de los no natos, así como que planteé defensa ante las reformas de la norma de salud que obliga a los médicos a su práctica.
Llamamos y exigimos a las Autoridades de Salud del Distrito Federal y del resto de nuestro País, para que en conciencia y en cumplimiento del juramento médico recepcional se abstengan de prestarse a la práctica de abortos y que mucho menos se obligue a los médicos a que las realicen.
Llamamos y exigimos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se aboque de oficio a la investigación de la reforma en cita, pues no sólo es necesaria su intervención para el estudio de su inconstitucionalidad, sino que conforme a su propio criterio se sostenga la anticonstitucionalidad de la misma. Así también estudien el evidente daño que se realizará a los que ya concebidos y con derechos adquiridos se les aplicará retroactivamente una ley en su perjuicio.
Llamamos y exigimos al Procurador General de la República para que en ejercicio de sus facultades constitucionales active la acción de inconstitucionalidad respecto de la falta de legalidad de las reformas y se aboque a la protección de la vida de los no natos con menos de doce semanas de concebidos que hasta el día de hoy tenían derecho a nacer y que el día de mañana 26 de abril dejarán de gozar por virtud del inicio de vigencia de esta reforma.
Llamamos y exigimos a las Legislaturas Locales y sus Ejecutivos para que en coherencia y respeto a nuestro Estado de Derecho se limiten con base en el derecho los posibles excesos que en este sentido se puedan realizar en sus Entidades Federativas en perjuicio de la vida misma.
Llamamos a las conciencias de los Padres de Familia para que no abandonen el primo derecho de educar a sus hijos y que en este sentido refuercen la formación moral y trascendental de los suyos.
Llamamos al valor de los jóvenes de México, para que ejerzan las virtudes propias y sus derechos con responsabilidad, respondiendo de sus actos con valor y respeto al primero de todos los derechos que es la vida misma.
Y todo esto por que la finalidad de una comunidad es la armonía entre sus miembros y el desarrollo de cada uno de ellos, y el Estado tiene por fin el velar por el bien común y el respeto de todos y cada uno de sus miembros; pues sólo en este sentido la sociedad se desarrolla y da pasos agigantados a mejores niveles de vida.
CC. Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
C. Procurador General de la República
C. Gobernador del Estado de Jalisco
CC. Legisladores
A todos los mexicanos:
El día martes 24 de este mes y año los mexicanos hemos sido testigos de la falta de respeto a nuestros máximos ordenamiento legales positivos y un total desprecio a los más elementales derecho de todos los seres humanos que Legisladores del Distrito Federal han perpetrado en contra del derecho a la vida de millones de bebés en México.
Los mexicanos hemos conocido el latrocinio legislativo desde el recinto de la Asamblea del Distrito Federal, donde aún reconociendo todos ellos que desde el momento de la concepción el bebé tiene vida y derecho a la misma, deciden contra todo orden y principio de justicia limitar este derecho, declarando que el derecho a la vida no es un bien absoluto, y en conciencia de la existencia de vida han decidido que no es un atentado contra ella la supresión que se haga dentro de las primeras doce semanas de concebido el bebé puesto que en esos momentos siente menos dolor, reconociendo que si hay percepción del mismo, legalizando con ello el aborto en la Capital de México el que se haga dentro de las doce semanas de gestación y permitiendo impunidad con la nefasta técnica jurídica para las que se lo procuren después de este período.
Nuestro Estado de Derecho ha sido alterado con una terrible impunidad y nuestra coherencia como Nación está puesta en duda aún en el concierto internacional; tenemos que ser claros: el derecho a la vida aún antes de nacer, desde la concepción, es un derecho inherente a todo ser humano, radicado en la propia dignidad del hombre y que no sólo se consagra en la Constitución, sino que la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación precisa que es un derecho que el propio Constituyente de 1917 decidió que debe reconocerse y protegerse. Los que asumen ser respetuosos de los Tratados Internacionales saben que el derecho de la vida de esos pequeños está protegida aún desde antes del nacer.
Por lo anterior podemos observar que no es sólo inhumano e ilegal el reconocimiento a la validez del aborto, sino que también es violatorio a toda norma internacionalmente reconocida, no sólo por la moral y la recta conciencia, sino por el derecho obligatorio para los Legisladores Capitalinos que perjuros han violado.
Sin bien es cierto que cuando la Civitas es reemplazada por el apego a la incongruencia que llega hasta el desprecio de lo más justo, no nos asuste que debamos tolerar la cautividad y esperar mejores tiempos para la verdadera libertad.
Así las cosas, desde esta palestra llamamos y exigimos pues al Jefe de Gobierno del Distrito Federal que por el sólo apego y respeto a la Constitución enmiende su error de publicar la señalada reforma y presente acciones legales tendientes a la restauración del derecho de los no natos, así como que planteé defensa ante las reformas de la norma de salud que obliga a los médicos a su práctica.
Llamamos y exigimos a las Autoridades de Salud del Distrito Federal y del resto de nuestro País, para que en conciencia y en cumplimiento del juramento médico recepcional se abstengan de prestarse a la práctica de abortos y que mucho menos se obligue a los médicos a que las realicen.
Llamamos y exigimos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se aboque de oficio a la investigación de la reforma en cita, pues no sólo es necesaria su intervención para el estudio de su inconstitucionalidad, sino que conforme a su propio criterio se sostenga la anticonstitucionalidad de la misma. Así también estudien el evidente daño que se realizará a los que ya concebidos y con derechos adquiridos se les aplicará retroactivamente una ley en su perjuicio.
Llamamos y exigimos al Procurador General de la República para que en ejercicio de sus facultades constitucionales active la acción de inconstitucionalidad respecto de la falta de legalidad de las reformas y se aboque a la protección de la vida de los no natos con menos de doce semanas de concebidos que hasta el día de hoy tenían derecho a nacer y que el día de mañana 26 de abril dejarán de gozar por virtud del inicio de vigencia de esta reforma.
Llamamos y exigimos a las Legislaturas Locales y sus Ejecutivos para que en coherencia y respeto a nuestro Estado de Derecho se limiten con base en el derecho los posibles excesos que en este sentido se puedan realizar en sus Entidades Federativas en perjuicio de la vida misma.
Llamamos a las conciencias de los Padres de Familia para que no abandonen el primo derecho de educar a sus hijos y que en este sentido refuercen la formación moral y trascendental de los suyos.
Llamamos al valor de los jóvenes de México, para que ejerzan las virtudes propias y sus derechos con responsabilidad, respondiendo de sus actos con valor y respeto al primero de todos los derechos que es la vida misma.
Y todo esto por que la finalidad de una comunidad es la armonía entre sus miembros y el desarrollo de cada uno de ellos, y el Estado tiene por fin el velar por el bien común y el respeto de todos y cada uno de sus miembros; pues sólo en este sentido la sociedad se desarrolla y da pasos agigantados a mejores niveles de vida.
A t e n t a m e n t e ,
México Distrito Federal, a 26 de abril del 2007
Lic. Miguel Navarro Castellanos
Presidente
Academia de Juristas de México
